El Barón muy alterado le explica que los rumores de que Michael ha sido destruido son ciertos. Justo en ese momento la residencia de los gangrel, la Ciudadela de Petrión, es atacada y ordena el encarcelamiento de Malachite. Mientras espera la muerte definitiva, los caballeros leprosos de la orden de San Ladre, otra facción nosferatu aliada de Malachite liderada por el también destruido Raymond, le rescatan y le cuentan que su líder ha muerto y que están a su servicio.
El emperador Alejo V ha huido y Gesu líder de los tzimisce Obertus también ha sido aniquilado. La única opción que le queda a Malachite es llegar hasta el refugio de Michael, la cripta de Hagia Sofia, y comprobar por si mismo que los rumores son ciertos.
Durante el viaje hasta Hagia Sofía, Alexia Theusa, una muy poderosa cainita capadocia, les encuentra y les dice que desa acompañarlos, los nosferatu no se pueden negar pues conocen el poder y la antigüedad de la cainita. También Verpus uno de los gangrel del Barón que ha comprobado la honestidad de Malachite se les une en su búsqueda, éste cree que el nosferatu podrá restaurar la antigua gloria de la ciudad y sabe que todavía ve en el barón a un amigo.
Finalmente llegan al sepulcro del Patriarca Michael en el que solo encuentran polvo. Para asegurarse de que los restos son del matusalén, Alexia introduce a Malachite en una visión que les aclara todo lo sucedido y puede comprobar por si mismo la diablerización del toreador por Maria la Negra como si estuviera dentro del mismo Patriarca.
Alexia convence a Malachite de que él debe ser el continuador de El Sueño y para ello tiene que encontrar al Dracon, el tzimisce amante del Michael que todavía existe, que trayéndolo de vuelta esperan que pueda restaurar el antiguo orden y El Sueño en Constantinopla. Para ello deben de dirigirse al monte Erciyes donde un oráculo le responderá donde se encuentra el Dracon, a cambio Alexia le pide que realice algunas preguntas por ella.
Parte una expedición al Templo del Monte Erciyes formada por un grupo de nosfretatus, Verpus el gangrel, Alexia y varios ghouls.
Durante el viaje Malachite tiene un encuentro con el Dracon, pero no se da cuenta de que es él y le toma por un viejo profeta loco del desierto. El nosferatu tiene cada vez tiene más sospechas de que Alexia sabe más de lo que dice porque intenta evitar el encuentro con el tzimisce que estropearía su viaje hasta el Monte Erciyes, donde ella espera averiguar cuando y donde podrá encontrar a su amante perdido hace ya muchos siglos del que espera que un día se reencarne y vuelvan a estar juntos.
Por fin llegan al templo capadocio y las preguntas de Malachite son respondidas, en ese momento se da cuenta que ha tenido al Dracon delante de él y no aprovechó la oportunidad. También le es revelado el conocimiento que Alexia ansiaba, Andreas su amante mortal regresará al mundo, pero la capadocio jamás lo llegará a ver pues mucho antes de que esto suceda ella será polvo. También es advertido que si cuenta a alguien el conocimiento que los muertos le han revelado éstos le maldecirán por toda la eternidad.
Cuando Alexia le pide que le cuente las respuestas que necesita, Malachite se lo niega (muy a gusto, ya que le había llevado engañado a Erciyes). Alexia tremendamente enfadada huye tras una refriega con los nosferatus, sin saber lo que con tanta ansia había venido a buscar.
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